Cuantas noches te espere,
pendiente de la puerta
y no llegaste jamas.
Cuanto llanto me trague,
sentada en esta mesa por no gritar,
por no morir; enferma de pena, de rabia.
Si alguna vez te dije que una mas y yo me marcharia,
no te mentía
Si alguna vez te amenace y jure que lo lamentarias,
no te mentía