27 de junio de 2009

Todo es cuestión de costumbre. Nos acostumbramos incluso a lo que nos hace mal. Mejor malo conocido que bueno por conocer, ¿no? Pero luego, a lo que no estamos acostumbrados, nos desconcierta, nos inquieta. ¿Para que vamos a cambiar si así estamos bien?¿Como haces de un día para el otro, para vivir sin eso que era la razón de tu vida?. Nos da pánico la idea de despertar y sentir que todo cambió, que nada es como era. Cuando te acostumbras a un amor, a una piel, a un olorcito, a una sonrisa. Perder todo eso es como quedarte sin aire.